Vivimos en un mundo en el que la inmediatez se ha convertido en un requisito para casi todo. Parar y reflexionar, pasan a ser, en ocasiones, conceptos utópicos que no tienen cabida en nuestro día a día. Esta misma inmediatez es la que muchos buscan, erróneamente, al crear un negocio y su marca.
En ocasiones no se valora que la marca es el activo más valioso de la empresa y que requiere de inversión y tiempo
Consistencia y coherencia en la marca
Podríamos hablar de la marca como un valor intangible, abstracto y difícil de conceptualizar. Muchos negocios y empresas optan por la vía rápida: un logotipo bonito, un naiming atractivo y venga, a funcionar. Sin embargo, la realidad se presenta de otro modo. Si no sabemos quiénes somos como marca, no podemos transmitirlo con coherencia y consistencia y, a las primeras de cambio, corremos el riesgo de perder nuestra identidad.
Para conseguir objetivos a largo plazo, la marca ha de tener una coherencia y una consistencia en todos los canales de comunicación. Esto facilita a los potenciales clientes que se conecten con nosotros.
La <Promesa de Marca> o <Brad Promise> es aquello con lo que la empresa se compromete para cubrir una necesidad del consumidor. Es el compromiso con el cliente a través de mensajes, eslóganes, tono o responsabilidad social. Si, por ejemplo, una marca se posiciona con una causa social y defiende unos valores, cualquier acción que no vaya en esa línea puede pasarle factura. La marca ha de ser coherente.
¿Qué te viene a la mente cuando piensas, por ejemplo, en la marca Volvo? ¿En “seguridad”? Efectivamente, Volvo ha construido su marca con este valor diferencial durante décadas, y la seguridad es su promesa de marca.
Como ves, una marca no es únicamente un logo. Tampoco lo es un slogan ni un nombre. Una marca es algo más. Una marca se define por muchas más cosas, y la consistencia y coherencia son pilares fundamentales durante la vida de una marca.
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¿Cómo definimos la personalidad de marca?
Simplificando, la personalidad de marca es la atribución de características humanas a una empresa diferenciándole así de la competencia.
La pregunta que les hacemos a nuestros clientes en nuestro Taller de Bienvenida “RE-Descubre TU Marca” siempre es: Si TU marca fuera una persona ¿Cómo sería? Y, a partir de ahí, una batería de preguntas: ¿Qué gustos tendría? ¿Qué fortalezas? ¿Qué debilidades? ¿Cómo la describirías? ¿Qué valores tiene? ¿Cómo se comporta? ¿Le interesarían las causas sociales? ¿Sería empática y humilde o por el contrario sería exclusiva? ¿Qué coche llevaría? ¿Buscaría vivir el momento o por el contrario sería planificadora y segura?
Independientemente de las características que concluyamos, siempre buscaremos ser atractivos, interesantes, enamorar al consumidor y que se establezcan y mantengan vínculos que perduren en el tiempo; es decir, buscaremos ser consistentes y para tratar de ser memorables.
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¿Por qué es necesario definir la personalidad de marca?
Identificarla y definirla puede llegar a ser un factor clave para el éxito, ya que influirá sobre los clientes objetivos.
Además, si la empresa no la define, existe el riesgo de que pueda surgir por sí misma, de manera espontánea, o variar cada “x” tiempo causando gran confusión a su público objetivo, o incluso tener personalidades múltiples.
Puede suceder, por ejemplo, que nosotros no tuviéramos, como marca, la intención de romper esquemas o posicionarnos como revolucionarios, pero con nuestra forma de comunicarnos en la web y en las redes sociales, lo dimos así a entender.
Básicamente es necesario hacer este ejercicio de reflexión por las siguientes razones:
Para saber quiénes somos y hacia dónde vamos.
Para diferenciarnos de la competencia.
Para impulsar conexiones emocionales que creen mayor afinidad y confianza con el target.
Mantener la coherencia en todos los canales y ayudar a todo el equipo a estar enfocado en la misma dirección .
Como vemos, la personalidad de marca de nuestra empresa no es algo que debamos elegir de forma caprichosa o dejarlo a la improvisación. Debemos parar y reflexionar, como dijimos al principio de este post, y descubrir cuál encaja perfectamente con nuestros valores como organización.
A veces también olvidamos que, invirtiendo en branding, podremos influir en el comportamiento de nuestro público y, por tanto, en los resultados del negocio. Créenos, invertir un poco de tiempo en hacer este análisis de personalidad de tu marca no solo te ahorrará algunas sorpresas desagradables, sino que además, te ayudará a conectar mejor con tus potenciales clientes.